DETRÁS  LA MARCA

He estado practicando inconscientemente Upcycling desde que era un niño. Mis dos abuelas eran modistas y siempre pasaba muchas horas reutilizando los sobrantes para hacer ropa para las muñecas. Podría decir que la habilidad es una de mis fuertes habilidades. Siempre he sido una persona muy activa y creativa. Me encantaba pasar el tiempo bailando, pintando, saliendo a jugar al aire libre y explorando la naturaleza. 
Estudiando Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Murcia, ciudad donde me crié, empecé a conocer las consecuencias reales de las industrias masivas. Siempre tuve la sensación de que si algún día tenía un negocio, éste debía seguir, en la medida de lo posible, valores éticos reales. Antes de lanzarme al proyecto, viví en São Paulo durante 2 años y en Edimburgo durante 1 año, con el objetivo de llenar mi bolsa de conocimiento, experiencia y también de desarrollo personal. 
​
Sin embargo, fue aquí en París donde encontré la inspiración influyente para hacer mi propio Proyecto Upcycling Fashion.
Empecé a buscar alternativas a las formas tradicionales de la moda, conociendo las condiciones de trabajo de las fábricas, el laberinto internacional y el afán de monopolización de las grandes empresas. Empecé a fundamentar mis ideas sobre los daños ambientales así como la alienación cultural. 
Navegando por ella encontré la ola del Slow Fashion, la Comunidad Fash Revolution, las prácticas de la Cultura Circular, la creación de proyectos de moda joven responsable y una nueva conciencia. 
Quería ser parte de eso.

​

​

​